lunes, 17 de febrero de 2014

HABLEMOS DEL BLANCO

LA LUMINOSIDAD DEL BLANCO
  
Considerado el tono mas limpio y puro, el blanco es uno de los colores más empleados a la hora de pintar la casa, ya que refleja la luz con generosidad y la multiplica. Además, agranda el espacio y ayuda a que los techos parezcan mas altos.
 
 El blanco resulta ideal en estancias que no disponen de luz natural, ya que crea ambientes muy luminosos, incluso en sus variedades mas frías y apagadas.
 
 
Matiza la entrada de la luz.
En una habitación muy luminosa optaremos por un blanco hueso o blanco roto, ya que matiza la entrada de la luz. Este sufrido tono neutro, que conjuga la limpieza y la claridad del blanco con la calidez del amarillo, combina con cualquier variedad de madera. Y en cuanto a las telas, armoniza con beige, gris, arena, ocre y camel, así como con estampados con pinceladas en amarillo, salmón y verde.
 
Destaca piezas y detalles
El blanco es perfecto para pintar cualquier estancia de la casa, sea cual sea su estilo. Sobre paredes blancas, los muebles y complementos destacan mucho más, especialmente los de tonos oscuros: los detalles en negro, por ejemplo, crean un contraste muy decorativo y actual.

 
 
MUEBLES, TELAS  Y COMPLEMENTOS BLANCOS
 
Los muebles blancos no recargan el espacio, llevan la luz a todos los rincones y crean atmosferas relajantes, con cierto aire campestre. Lo mismo ocurre con las telas y complementos en este color.
 
Texturas distintas en un mismo color
 La gama de los blancos resulta especialmente indicada para resaltar los rasgos arquitectónicos de una estancia. Si eliges este color para muebles, telas y complementos, procura combinar texturas distintas ( decapados, bordados, telas en relieve.....) para evitar la monotonía y ganar riqueza decorativa.
 
 
 Unidad y armonía

Una habitación decorada integramente  con muebles blancos es garantía de armonía y serenidad. Por eso son una opción ideal para decorar los cuartos de los mas pequeños, ya que una atmósfera así favorece su descanso. Para hacerlo más acogedor, conviene añadir pinceladas en algún tono suave como el rosa, que potencia la dulzura y la luminosidad del blanco.
 
 
Resaltar los muebles
Una buena manera de reforzar el protagonismo de los muebles y de los diferentes elementos de madera de una habitación es pintar las paredes blancas o de tonos neutros, reproduciendo estos colores, en mayor o menor intensidad, en las diferentes telas. En este ambiente el color elegido para pintar paredes y vestir suelos y ventanas  es el blanco en sus diferentes tonalidades, que realzan suelos y muebles, todos ellos en madera de tonalidad media. Se trata de una apuesta cromática por tonalidades muy contrastadas, lo que contribuye a hacer mas acogedor el ambiente.
 
 
Fácil de integrar
Cojines, cortinas, visillos, vajillas, caminos de mesa......El blanco es uno de los colores más simples, por lo que resulta muy fácil de integrar en cualquier ambiente, ya sea solo o combinado con diferentes tonos neutros. Asimismo, enfatiza la elegancia de los distintos materiales y los convierte en centro de atención.
 
 
Una atmosfera relajante y natural
La sencillez del blanco, presente tanto en las sábanas de este dormitorio como en los cuadrantes de los cojines, se aprovecha para conseguir efectos relajantes y delicados. Destaca además sobre el resto de las tonalidades empleadas, aportando un toque de frescura dentro del conjunto de la estancia. Por otro lado el techo se ha pintado más claro que las paredes, de blanco, para dar la impresión de que es más alto y para conseguir un agradable efecto de ligereza.
 
 
BLANCOS FRÍOS
Los blancos fríos multiplican la luz y aumentan la sensación de espacio; son ideales para pintar habitaciones pequeñas o conseguir ambientes frescos y diáfanos. Se consideran " fríos " el blanco puro o nieve y los blancos mezclados con pequeñas proporciones de rosa, azul o gris.
 
Aunque el blanco es el color más fácil de integrar, los blancos fríos combinan mejor con otros colores fríos, ya sean claros u oscuros. Morados, fucsia, azul ( del oscuro al pastel ), añil, lila, rosa o gris son buenas opciones para tapicerías o cortinas; elige telas en tonos más intensos o más suaves según quieras un efecto más contrastado o sereno. Los complementos plateados quedan muy bien sobre paredes blancas, igual que todas las maderas; claras, medias, rojizas y oscuras.
 
 
 
BLANCOS CÁLIDOS
Los blancos cálidos son aquellos que incorporan amarillo o verde en su composición, es decir, que ofrecen un matiz cercano a estos colores. Crean atmosferas serenas y envolventes y combinan muy bien con la textura y el tono natural de la madera, en todas sus variedades.
 
 
Para acertar de lleno, combina estos blancos con otros colores cálidos, tanto claros como oscuros. En decoraciones clásicas, las paredes en blanco cálido quedan muy bien con telas en tonos piedra, ocre, camel o tostados- Los estampados con fondo beige y pinceladas en amarillo, salmón o verde son una buena alternativa para obtener un ambiente más vivo e informal. En complementos, puedes decantarte por tonos naturales ( arena, beige, crema...) o bien añadir pinceladas de color en verde, naranja, rojo, cobrizo y oro. En cuanto a los muebles, todas las maderas y las fibras naturales serán una elección perfecta para potenciar el efecto de calidez.
 
TEXTO: EL MUEBLE
FOTOS: PINTEREST











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